Cada vez estamos más habituados a oír hablar de agricultura ecológica, pero, aunque una forme parte de la otra, nos resulta más extraño pensar en la ganadería ecológica. El sector ganadero, como actividad económica, forma parte de la industria agroalimentaria y, por lo tanto, se le pueden aplicar los mismos principios de sostenibilidad que determinan la agricultura ecológica.
Esos principios no solo pretenden que el sector agroalimentario sea sostenible respecto al medio ambiente, sino que también tienen implicaciones sociales y económicas. La ganadería ecológica no consiste únicamente en prácticas que reduzcan el impacto medioambiental de la actividad ganadera y eliminen el maltrato animal, sino que el objetivo de la ganadería ecológica también es ofrecer a los consumidores productos alimentarios de la máxima calidad, tanto en cuanto a valor nutricional como en cuanto a seguridad. Además, la ganadería ecológica también aboga por un sistema de producción sostenible económicamente, en el que se utilicen los recursos de manera óptima y racional. Esto supone el uso de soluciones para la granja que sean eficientes y flexibles, capaces de adaptarse a distintas labores y condiciones; ejemplo de ello son nuestros vehículos utilitarios ATV y Side-By-Side, que facilitan las tareas de los ganaderos que optan por una aproximación más ecológica en su actividad.
¿Qué es la ganadería ecológica?
La ganadería ecológica es un sistema de producción agroalimentaria en el que se pretende minimizar el impacto negativo de la actividad en el entorno natural y en la vida de los animales. Para ello, se impulsa el vínculo entre los animales y el medio físico, apostando por un menor impacto humano y una mayor producción en espacios abiertos.
Lo que define principalmente a la ganadería ecológica es el principio de complementariedad entre los animales y la tierra, por lo que en ningún caso se podría incluir en esta categoría una actividad ganadera que se desarrolle por completo en cuadras o naves cerradas. Es necesario que los animales tengan acceso a espacios que estén al aire libre; por ello, normalmente en las explotaciones de ganadería ecológica el número de animales con los que se trabaja es notablemente menor que en la ganadería intensiva.
Otro punto importante para que se considere ganadería ecológica es la alimentación de los animales. Se intenta reducir lo máximo posible el uso de piensos y, si se utilizan, estos han de estar certificados como ecológicos. Lo ideal es que el alimento de los animales se produzca en la misma explotación en la que se encuentran, preferentemente en prados de pasto.
En cuanto a la salud de los animales, en la ganadería ecológica está totalmente prohibido el uso de cualquier tipo de sustancia química que estimule el crecimiento o la reproducción animal. La ganadería ecológica prioriza el bienestar animal, evitando prácticas que puedan dañarlos (por ejemplo, cortar rabos o arrancar dientes) a no ser que sean necesarias por motivos de higiene o seguridad. Además, se intenta garantizar ese bienestar para prevenir enfermedades; en caso de que las haya, tendrán preferencia los tratamientos naturales.
Beneficios de la ganadería ecológica
Una de las principales reticencias a la implantación de la ganadería ecológica es pensar que su producción no sea suficiente para cubrir la demanda del mercado. Sin embargo, en realidad, en el mundo, el 70% de la producción de los productos ganaderos que alimentan a la población proviene de pequeñas explotaciones y redes de campesinos que utilizan métodos más cercanos a la ganadería ecológica que a la intensiva; apenas el 30% proviene de grandes empresas ganaderas.
Es más, en los últimos tiempos, se ha incrementado la demanda de productos ecológicos. Se está extendiendo la idea de repensar el consumo, especialmente en el caso de la carne, que es una industria que puede causar grandes cantidades de emisiones de CO₂ y mucho desperdicio alimentario. Por el contrario, la ganadería ecológica da respuesta a la demanda, cada vez mayor, de menor cantidad y mayor calidad en los productos ganaderos.
Los beneficios de la ganadería ecológica para la conservación de los ecosistemas son numerosos e incluso podría decirse que necesarios si queremos que el sistema de producción sea realmente sostenible en el tiempo. Apostar por la alimentación natural del ganado supone evitar las grandes extensiones de terreno dedicadas a la producción de pienso y la conservación de los suelos; estos no solo se mantienen fértiles, sino que también se ayuda al mantenimiento de la biodiversidad en los terrenos aledaños.
Ganadería ecológica y vehículos Utility Yamaha
Los vehículos utilitarios ATV y Side-By-Side de Yamaha suponen una excelente herramienta para los ganaderos que quieran apostar por sistemas ecológicos. Un modelo sencillo, como el ATV Kodiak 450, permite moverse con facilidad por todo tipo de terrenos al aire libre; de manera cómoda, el ganadero lo mismo puede realizar trabajos en la granja, que acercarse a los prados donde se encuentren pastando los animales.
Estos vehículos cuentan con una gran variedad de accesorios y complementos para realizar distintas tareas agrícolas; son muy funcionales y flexibles, pero, si se necesita más potencia, se puede recurrir a modelos como Kodiak 700, que puede moverse sin problema incluso llevando un remolque cargado de animales.
Normalmente, las explotaciones de ganadería ecológica no son muy grandes, pero, en el caso de que se necesitasen un par de manos extra, los vehículos Side-By-Side como el Viking EPS ofrecen hasta tres plazas y tienen un techo y parabrisas, para que podáis trabajar protegidos ante las inclemencias climáticas. Y para hacerlo más ecológico todavía, existe la opción del UMX AC, un vehículo potente que funciona con energía limpia.
