Desde hace unos años, la sociedad es cada vez más consciente de la necesidad de implantar sistemas de producción más respetuosos con el medio ambiente para evitar su destrucción y otros efectos nocivos como, por ejemplo, el cambio climático. Esta nueva sensibilidad social ha hecho que haya aumentado la demanda de productos ecológicos, entre ellos, el vino.

Pese a que el consumo de vino ecológico es todavía más una tendencia que una opción generalizada, España es líder mundial en extensión de viñedos ecológicos. En la actualidad, la mayoría de la producción de vino ecológico se exporta, pero, también va creciendo la demanda; en definitiva, todo apunta a que el viñedo ecológico no es ninguna moda, sino que ha venido para quedarse.

Para cultivar viñedos ecológicos, no basta con sustituir los productos químicos por otros certificados como ecológicos o alternativas totalmente naturales, sino que esa conciencia de respeto al medio ambiente y sostenibilidad se aplica a todos los procesos y medios de producción, incluida la maquinaria agrícola.

Los vehículos utilitarios de 4 ruedas de Yamaha Agro para trabajar en los viñedos son compactos y robustos, pero fáciles de manejar y capaces de acceder a cualquier rincón del viñedo de una manera controlada y precisa, no invasiva.

Incluso, si se quiere reducir al máximo la huella de carbono que pueda dejar el uso de esta maquinaria, que de por sí es menor que la de vehículos más grandes y pesados, Yamaha Agro tiene una solución. El side-by-side UMX AC es un vehículo ligero de mantenimiento eléctrico con dos asientos, ideal para el día a día del trabajo en un viñedo no muy grande.

Principios de la agricultura ecológica

La etiqueta de producto ecológico no es algo que se pueda tomar a la ligera. Existen unos requisitos concretos que regulan la agricultura ecológica, y todo aquel que quiera adoptar este sistema de producción debe conocerlos y cumplirlos.

Por ese motivo, antes de emprender la actividad de cultivo ecológico, se recomienda contactar con la autoridad agrícola correspondiente para conseguir información, asesoramiento general y saber qué medidas de apoyo se ofrecen desde las instituciones para los agricultores ecológicos. Desde la Unión Europea, se está intentando fomentar sistemas de producción más sostenibles y, para ello, se incentiva a distintos sectores con subvenciones y ayudas. En el caso de la agricultura, que es un sector clave, se está haciendo bastante hincapié en la producción ecológica; por ejemplo, las ayudas de la Política Agraria Común (PAC) prevén una serie de “pagos de ecologización” que los agricultores que se pasan a la agricultura ecológica reciben automáticamente.

Para comercializar vino ecológico u otro producto con esa etiqueta, el productor debe estar registrado en el organismo o agencia de control que certifique que efectivamente proviene de un sistema de agricultura ecológica.

Requisitos de los viñedos ecológicos

La viticultura ecológica está regulada por el Reglamento (CE) n.º 834/2007 del Consejo sobre producción y etiquetado de los productos ecológicos que, aunque quedó derogado en 2021, seguirá vigente de manera transitoria hasta 2026.

El objetivo de ese reglamento es fijar las normas para que se haga un uso responsable de los recursos, promover el fomento de la biodiversidad y garantizar un sistema viable de gestión de la vid.

Cuando un agricultor decide cambiar el sistema de explotación, se le concede un tiempo determinado para convertirse en ecológico que se denomina “periodo de conversión” y que depende del tipo de cultivo; en el caso del cultivo de vid es de 3 años. Durante este tiempo, se tienen que utilizar métodos de producción ecológica, pero no se pueden vender los productos como ecológicos. Esto hace que sea un periodo complicado para el agricultor, que verá cómo la producción se reduce, pero no puede vender al precio de producto ecológico. Por ese motivo, la Unión Europea ofrece ayudas específicas para esta conversión.

Características del viñedo ecológico

Una de las principales características del viñedo ecológico es que está prohibido el uso de productos químicos de síntesis que no estén autorizados; se pueden utilizar pesticidas y fertilizantes, pero tienen que estar certificados como ecológicos y que usar sustancias, por ejemplo, azufre, que son sostenibles.

Pero esa no es la única cuestión que determina que un viñedo sea ecológico. Se aplican técnicas que mejoren la fertilidad natural del suelo y, en consecuencia, tengamos una cepa sana; para ello, es importante trabajar de manera cuidadosa el terreno y la planta mediante el aireo de los suelos o la poda. Asimismo, se promueve incrementar la biodiversidad a través de, por ejemplo, el empleo de cubiertas vegetales entre las vides o el empleo de enemigos naturales de las plagas (bacterias, hongos o insectos).Otra de las características del viñedo ecológico es el cultivo de variedades adaptadas al entorno, que sean adecuadas tanto para los suelos como para las condiciones climáticas y geográficas del lugar. Esto favorece tanto la calidad del vino como la protección y regeneración natural de los viñedos.