El concepto de Agricultura 4.0 está relacionado con lo que se bautizó como “industria 4.0”, es decir, la cuarta Revolución Industrial que se asocia, sobre todo, al uso de las nuevas tecnologías: internet, big data, robótica, inteligencia artificial, etc.

En el caso de la agricultura, entre las décadas de los 90 y los 2010, se empezaron a automatizar los procesos agrícolas y a utilizar la monitorización para aumentar la productividad en los cultivos; es lo que se denominó Agricultura 3.0.

En los últimos años, además de incidir todavía más en la digitalización y el análisis de datos, la Agricultura 4.0 ha introducido la preocupación por el medio ambiente como prioridad. No se trata solo de mejorar el rendimiento de los cultivos, sino de hacerlo de una manera sostenible, que garantice la provisión de los recursos naturales que son, al fin y al cabo, la base de la agricultura.

La clave para alcanzar este balance entre una mayor producción agrícola y la sostenibilidad medioambiental es la eficiencia. En esa línea se encuentran los ATV y Side-by-Side Yamaha de la gama Utility, pensados para realizar todo tipo de trabajos agrícolas, así como facilitar labores de supervisión y monitoreo cada vez más presentes en el campo debido a la expansión de la agricultura 4.0.

Estos potentes vehículos todoterreno de 4 ruedas se adaptan a todo tipo de terreno, siempre ofreciendo una facilidad en el manejo que permite al agricultor trabajar las explotaciones agrícolas con precisión y cuidado. De este modo, se aprovechan más y mejor los campos de cultivos, lo cual está en total consonancia con los objetivos de la Agricultura 4.0.

Qué es la Agricultura 4.0

Se le llama Agricultura 4.0 a la introducción del uso de herramientas tecnológicas para la automatización y digitalización de la agricultura con el objetivo de mejorar la productividad de los cultivos, tanto en cantidad como en calidad, y que ese objetivo sea compatible con la sostenibilidad económica y medioambiental.

Así pues, la Agricultura 4.0 plantea un triple reto: mayor y mejor producción de los campos, viabilidad económica para el agricultor, y respeto al medio ambiente.

Entre las principales innovaciones tecnológicas que se están empezando a utilizar en el campo para lograr esos desafíos, se encuentra el uso de drones, autómatas (maquinaria que no necesita un operario que la guíe) o aplicaciones y programas informáticos de gestión agrícola. La Agricultura 4.0 afecta a todos los procesos relacionados con la agricultura: desde labores en el campo como el riego o la administración de fitosanitarios, hasta la gestión contable o logística de las explotaciones.

Con la aplicación de las nuevas tecnologías, estos procesos resultan más efectivos, sobre todo, por la automatización y la información que proporcionan muchas de estas herramientas. Gracias a esa información, podemos detectar plagas u otros problemas con mayor rapidez, llevar a cabo las labores agrícolas de manera más rápida y precisa, o tomar mejores decisiones.

Beneficios de la Agricultura 4.0

La idea detrás de la Agricultura 4.0 es facilitar y mejorar todos los procesos agrícolas, de modo que también así mejore la vida del agricultor. En un mundo cada vez más interconectado y digitalizado, llegará un momento en el que sea inevitable que la agricultura se una también a esta tendencia; aun así, independientemente de que el destino de la agricultura y las nuevas tecnologías parece que está unido irremediablemente, la Agricultura 4.0 aporta muchos beneficios:

Contribuye a la sostenibilidad – Una de las principales características de la Agricultura 4.0 es la búsqueda de soluciones agrícolas que perjudiquen lo menos posible e incluso beneficien al medio ambiente. Toda la sociedad en general, pero la agricultura en particular necesita conservar los recursos naturales y los ecosistemas que son la fuente de los productos que ofrece el campo.

Mejora la eficiencia de todos los procesos – Las nuevas tecnologías ayudan a que esa máxima de “hacer más con menos” sea más realizable. En la Agricultura 4.0, la información que se recoge a través de drones, sensores u otros sistemas de monitoreo es tremendamente valiosa. Nos permite detectar los problemas más rápido y saber mejor cómo reaccionar ante ellos, o cómo actuar para sacar mayor rendimiento de los cultivos. Esto supone un ahorro importantísimo de tiempo y dinero.

Disminuye costes – Una de las consecuencias directas de la mejora de la eficiencia en la agricultura es la disminución de los costes, que se da, por ejemplo, por el ahorro que supone la automatización de algunos procesos, o por una mejor gestión de los residuos y mayor aprovechamiento de todos los recursos.

Facilita la colaboración y la mejora constante – Conocer mejor los cultivos o tener un mayor control sobre todos los procesos ofrece una información que nos ayudará a mejorar a nosotros y también al resto del sector. En la Agricultura 4.0, el sector primario está interconectado; los eslabones de la cadena agroalimentaria no funcionan de manera individual, sino que se retroalimentan para encontrar soluciones que beneficien a todos.

Más oportunidades – Esa interconectividad que se da en la Agricultura 4.0 permite también tener más oportunidades de negocio y formación, el acceso a subvenciones, etc. El sector se abre a la innovación que busca la mejora constante en el campo, pero no pensando solamente en producir más, sino también en cuidar el planeta y alcanzar mayor calidad de vida.